«Autogol», Ricardo Silva Romero
Novela, Año 2009, Colombia
El mundial de fútbol de Estados Unidos 1994 fue trágico para Colombia. Ricardo Silva Romero narra en su novela «Autogol» los detalles que llevaron al asesinato de Andrés Escobar Saldarriaga y echa una luz sobre un periodo oscuro de la historia de Colombia.
Cada país tiene su instante infame de historia futbolística. Los brasileros aún le achacan la culpa al arquero Barbosa del Maracanazo; la cicatriz tiene su sala especial en el museo del fútbol del estadio Pacaembú. Para los franceses, la salida “criminal” del arquero Schumacher sobre Battiston en el mundial de España 82 tiene castigo pendiente y, en cada declaración pública, el portero alemán enciende las pasiones. En México los ecos del “No era penal” contra Robben en el mundial de Brasil retumban en las cabezas y corazones de los apasionados hinchas del “tri”. Para los colombianos, el autogol de Andrés Escobar en el partido contra Estados Unidos en el mundial del 94 es el momento cumbre del sufrimiento futbolístico.
Sin embargo, la herida deportiva que dejó este partido es incomparable con la tragedia que trajo consigo. Días después del desafortunado autogol, a la salida de una discoteca de Medellín, fue asesinado el defensa central de la Selección y de Atlético Nacional. Esta cicatriz aún está abierta en los corazones de los colombianos, amantes o no del fútbol. Fue un terrible revelador de la época en la que los cárteles de la droga estaban inmiscuidos en todas las facetas de la vida del país y dictaban la ley de la violencia desde la política hasta el fútbol.
Ricardo Silva Romero, el prolífico escritor y periodista colombiano, relata el autogol y sus repercusiones; desde el estadio Rose Bowl en California, hasta el parqueadero de una discoteca en la noche del homicidio. Desde los ojos de Pepe Calderón Tovar, un comentarista deportivo ficticio pero más real y profundo que muchas figuras de la prensa deportiva, desenrollamos las memorias de la selección que encantó al país y al mundo.
La novela está acompasada por los partidos de los mundiales que obsesionan al apocado comentarista que lo pierde todo en un partido de fútbol. Vivimos con él un camino al infierno de Pasadena a Medellín. En esa mezcla de ficción y realidad, la sensación de veracidad es permanente y lleva al lector a corroborar en su buscador web si Pepe es en efecto producto de la imaginación de Ricardo Silva Romero.
El ritmo pesado del trópico colombiano se siente a cada momento del relato y la sensación de recorrer el territorio del país suramericano es impecable. Las alusiones constantes a personajes nacionales y sucesos del mundo del fútbol hace que la inmersión sea permanente. Los detalles de la convivencia entre periodistas, empresarios, narcos y futbolistas están ampliamente documentados y fueron durante muchos años de dominio público. Los detalles tragicómicos del equipo del 94 están contados desde adentro, lo que muestra el amplio trabajo de investigación que seguramente necesitó esta novela «Autogol».
Esta novela consta de 2 grandes capítulos titulados «primer tiempo» y «segundo tiempo», para mantenerse fiel a la temática futbolera, y un «extra tiempo». El primer tiempo es mucho mas intenso en temáticas y revelaciones deportivas, constituyéndose casi en un documental sobre las realidades futboleras de esa época en Colombia y Suramérica. El segundo tiempo acentúa mas el tono novelesco, permitiéndonos viajar en el tiempo y conocer las realidades culturales de la sociedad Colombiana de los ochentas y noventas.
En «Autogol», Ricardo Silva Romero navega entre la tragedia pública y la tragedia privada y reflexiona sobre el olvido, la palabra y la construcción de la memoria colectiva de Colombia.
Porque vivir no es más que quemar tiempo para que llegue el próximo partido – Ricardo Silva Romero
La decisión arbitral 4/5
Es difícil para los escritores colombianos deslindarse de los temas relacionados al narcotráfico. Ya sea por presión de mercado o por el peso del tema en la realidad del país, esta tendencia es repetitiva y encasilla la literatura colombiana en un «cliché» monotemático. Esta es tal vez la mayor crítica que se le puede hacer a esta novela, emocionante y profunda, que alterna un ritmo vertiginoso con bellos momentos de introspección.
Una novela que revive las amarguras de los que vimos a ese equipo de fútbol y para los que quieren ver al país andino desde su intimidad más vergonzosa.
Disponible en su librero de confianza y en www.megustaleer.com
Redacción Lap Deportes
Saludos de paz y bendiciones desde México. Interesante artículo que nos muestra aciertos y desaciertos que ocurren en Colombia. Grandes escritores, magníficos periodistas, excelentes deportistas. Lamentablemente la violencia está ahí presente. En 1948, en 1964, en 1970, durante las décadas de 1990, 2000 a 2010 y hoy en 2021, continúan muriendo luchadores sociales, hombres y mujeres amnistiados, etcétera. Un Acuerdo de Paz que se aplaudió en todo el Mundo, porque Colombia merece y necesita la paz. Una autoridad, la de Iván Duque, un poco o un bastante indiferente. Ojalá se rectifique y se piense que lo más importante ahora y siempre son los Seres Humanos y el Respeto a la Vida de todos, sin excepción. Pido a Dios, el Creador, porque Colombia sea un día escenario para Construir paz y justicia social. Atentamente, Fernando Acosta Riveros