El camino pedregoso del fútbol femenino

El debate en torno al fútbol femenino es, algunas veces, un diálogo de sordos. Los actores y los posibles espectadores dan vuelta alrededor de los mismos argumentos sin lograr avanzar. Una investigación del centro de estudios jurídicos Dejusticia, hecha por Raquel Davidson Raycraft, Rebecca Robinson y Jolena Zabel promete hacer un estado de la situación del fútbol femenino y trazar una hoja de ruta para acabar con la discriminación de género en el seno del deporte más popular del mundo.
Una realidad agridulce

La equidad salarial ha sido el mayor fantasma del fútbol femenino en este siglo. Las luchas y victorias de algunas selecciones para equilibrar la remuneración (Noruega, Australia, Brasil, entre otros) han generado reacciones positivas y negativas por igual. Si bien hay algunos avances importantes, al hacer un balance actual, el fútbol femenino es inmensamente menos remunerado que el masculino. La lógica de “a trabajo igual salario igual” que marca la tendencia en las discusiones salariales en las empresas, se enfrenta a un muro infranqueable en el mundo del fútbol.

Las finanzas en el fútbol son opacas y su viabilidad financiera es muy discutible. Apuestas, dinero de estado y operaciones cercanas a la ilegalidad hacen que la lectura de la economía del fútbol sea particularmente compleja. Lo que hay detrás de las transferencias multimillonarias de los jugadores y sus salarios equivalentes hacen que el fútbol de élite masculino escape a una lógica de economía y muchos las califiquen de burbuja especulativa. En ese orden de ideas, tratar el tema de la remuneración paritaria del fútbol femenino es muy complejo y tal vez estéril.

Pero el tema económico no se reduce a la remuneración de las jugadoras. La mejora de las condiciones de práctica, competencia, difusión y estatus de trabajo, son hoy en día esenciales para esperar una evolución del fútbol femenino. La inversión de parte de los enormes recursos que se mueven en el fútbol mundial es necesaria para que la rama femenina avance. Que las deportistas logren condiciones mínimas de práctica hará que el nivel de juego mejore. El uso de campos de juego (que no sean sintéticos), la inversión en mercadeo y las garantías de derechos laborales para las practicantes son las grandes deudas que se tienen con el fútbol femenino.

No hablaremos de los múltiples casos de abusos que el movimiento #metoo ha logrado hacer públicos. Estos son analizados ampliamente en el estudio de Dejusticia y merecen un espacio de reflexión propia ulterior.

Vientos de cambio

Es difícil que el cambio en el fútbol femenino venga de las instituciones existentes; han sido pocas las señales de compromiso mostradas con que la rama femenina evolucione. El futuro del fútbol femenino vendrá seguramente de la lucha que han emprendido las jugadoras para lograr primero condiciones dignas, y luego, equiparar sus ingresos y exposición al los del fútbol masculino. El camino será difícil y las jugadoras actuales se enfrentarán problemas y resistencia.

Declaraciones de Marta

Los patrocinadores deben ser aliados fundamentales para generar ese cambio. Las empresas por medio de sus inversiones en patrocinio deportivo pueden generar una innegable presión en las instituciones del fútbol (y otros deportes) para que den un lugar respetable al fútbol femenino. Unos patrocinios bien activados lograran generar presión de los consumidores por la equidad y la inclusión (lea el articulo: Nike, la paradoja de la inclusión deportiva).

El segundo gran aliado para este cambio puede ser la prensa. No basta con la indignación para que los problemas se solucionen. Los medios deportivos pueden hacer inversiones en sus equipos de redacción y cubrimiento del fútbol femenino para así maximizar la presencia y aumentar el interés del público que ya consume contenido deportivo. Este cubrimiento no se puede limitar a las grandes competencias, debe ser continuo y amplio.

El rol del hincha será determinante en este proceso, darle la oportunidad al fútbol femenino dentro de la inmensa oferta de productos deportivos no será fácil, la comparación con el fútbol masculino no debe ser el vector de análisis para disfrutar del deporte. Se debe apreciar los puntos fuertes del fútbol femenino: Garra, pocas simulaciones, tiempo de juego efectivo importante o calidad técnica de las jugadoras.

Un manual para el progreso en la paridad de género en el fútbol

Esta generación de futbolistas está abriendo el camino para hacer que su deporte sea una opción viable de vida. Trabajos de investigación y referencia como el publicado por Dejusticia en Colombia, aportan su piedra al edificio del fútbol femenino.

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Futbol Femenino

Tine Aartun Sandersen

Noruega, politóloga y especialista en estudios latinoamericanos. Ex nadadora competitiva y apasionada por los deportes acuáticos y de invierno.

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Redacción Lap Deportes

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