La Canasta Triple del Dream Team 92
Los inolvidables resultados deportivos del Dream Team 92 en los olímpicos de Barcelona fueron el telón de fondo de una estrategia para catapultar la popularidad del baloncesto
Mientras que el mundo entero observa los temblorosos pasos de quien sube al podio a recibir la mítica medalla olímpica, el protagonista se siente dominado por los agitados latidos de su corazón. El himno resonando por todo el escenario acompaña la izada de bandera de la nación vencedora. Ciertamente no hay palabras para describir el orgullo que sienten los privilegiados atletas que logran vivir este instante y grabar en su alma un recuerdo semejante. Este es el inigualable escenario que escogieron la FIBA y la NBA para desarrollar una estrategia que dispararía la popularidad del baloncesto.
Sería redundante detallar los logros deportivos logrados por el DREAM TEAM 92 original en los juegos olímpicos de Barcelona 1992; es fácil encontrar una infinidad de artículos al respecto. Lo que nosotros pretendemos es revelar los tres objetivos para los cuales fue creado este inolvidable equipo: un triángulo ofensivo fuera de la cancha.
El primer punto contempla el ámbito político. Resulta notorio que fuera justo en 1989 que la NBA empezara a presionar a la FIBA para que sus jugadores pudieran participar en los juegos olímpicos. Hasta ese momento el equipo de baloncesto de los Estado Unidos estaba únicamente conformado por jugadores de la liga universitaria.
Desde los inicios de los juegos olímpicos modernos, EEUU fue el indiscutido dominador del deporte hasta que en Múnich 1972 empezaron las disputas con la URSS. En Seúl 1988, el equipo de Estados Unidos fue vencido por sus dos grandes rivales: Oro para la Unión Soviética y Plata para Yugoslavia. Estábamos en plena guerra fría, las batallas se daban en todos los ámbitos posibles y el deporte no era la excepción; EEUU necesitaba retornar al trono del baloncesto.
Al lograr cambiar esta regla, la NBA dio el primer paso para la creación del Dream Team 92 y es inevitable pensar que el contexto político tuvo una fuerte influencia en esta decisión. En la primera olimpiada post guerra fría su equipo debía ser el gran campeón.
La segunda arista de la estrategia se basa en la percepción e imagen de la NBA, especialmente en Estados Unidos. Para esta época la liga iniciaba un agresivo plan de expansión intentando multiplicar su audiencia televisiva para así aumentar sus ingresos. Sin embargo, una de las principales trabas era la percepción que tenía el público sobre el ambiente interno de la NBA. Había muchas críticas por las divisiones y peleas entre jugadores; se alegaba que las rivalidades iban más allá de la cancha y esta falta de unidad estaba debilitando la audiencia. Con el Dream Team 92 se esperaba cambiar esta situación.
Para que este plan fuera exitoso, era fundamental asegurarse que el equipo gozara de un excelente ambiente y que en consecuencia los resultados deportivos estuvieran a la altura de las expectativas. Una pieza clave fue la escogencia del entrenador Chuck Daly pues su primordial fortaleza era la capacidad para manejar egos en el vestuario.
Otro elemento que evidenció la importancia de la imagen del equipo en el plan de la NBA fue la estrategia de elección del jugador de la liga universitaria. El joven más destacado, y favorito indiscutible, era el pívot Shaquille O´Neal. Sin embargo, se rumora que la decisión de elegir a Christian Laettner se decantó por su color de piel blanca, con el fin de balancear mejor el equipo en cuanto a razas, y ayudar al objetivo final de aumentar la audiencia de la NBA en el país.
Sabemos que el público es el rey del deporte, sin él no hay desarrollo ni sostenibilidad. Es por esto que la estrategia del Dream Team 92 incluía todo un show mediático alrededor del equipo. Todo empezó con el “imposible” sueño de juntar a todas las estrellas, impulsado por la negativa inicial de Michael Jordan de hacer parte del equipo (la mayoría de fuentes afirman que todo esto fue parte del guion).
Después vino toda la puesta en escena del evento de selección de los jugadores, que estuvo televisado y masivamente cubierto por todos los medios del país. La frutilla fue el inolvidable juego de scrimmage en Mónaco; todos los protagonistas afirman que ha sido el mejor partido de sus vidas. La NBA utilizó cada situación para acomodar su imagen y reflejar valores como la ética, la camaradería y la unión entre todos los actores de la organización (Jugadores, equipos, directivos, etc…); al final el equipo no jugaba partidos sino que tenía funciones de su propio show.
El tercer eslabón de este triángulo fue la globalización del deporte. Si bien Michael Jordan ya era una figura reconocida mundialmente, la audiencia y cobertura de la NBA no era tan fuerte por fuera de Estado Unidos. Esta fue una de las razones por las cuales Nike impulsó fuertemente a Jordan para que hiciera parte de este equipo, pues esta era una gran oportunidad para que las marcas aumentaran su alcance y por ende las inversiones en patrocinios para el deporte.
La línea de Nike dedicada a Michael (Air Jordan) ya había transcendido el ámbito deportivo para posicionarse como un estilo de moda en si mismo. Apalancarse en el Dream Team 92 era una oportunidad de oro para penetrar fuertemente otros mercados aprovechando toda la exposición mediática que tendrían.
Por otro lado, los dirigentes estaban en busca de contratos de TV en el extranjero y despertar el interés de la gente. La exhibición deportiva de superioridad que mostraría el Dream Team 92, serviría para reafirmar el nivel y mostrarle al mundo el tipo de emociones que ofrece la NBA. Adicionalmente, la participación de jugadores internacionales en la liga era muy baja, pero al enfrentar jugadores de todo el mundo contra los máximos exponentes del deporte, los scouts de los equipos se interesaron en los tantos extranjeros talentosos, trayendo consigo televidentes y fans de múltiples regiones del planeta.
Fue tal el éxito del Dream Team 92, adentro y afuera de la cancha, que los mismos jugadores de los equipos rivales corrían a tomarse fotos con estas estrellas. Todo esto generó una bola de nieve que terminó popularizando y masificando el deporte, y abriendo las puertas de la expansión que ha vivido la FIBA y la NBA llevando el baloncesto a todos los rincones del planeta.
Redacción LAP Deportes
