Una clase islandesa de innovación deportiva

Una pequeña isla se está convirtiendo en un gigante del mercadeo deportivo, con buenas ideas, innovación deportiva y éxitos en el campo de juego.

Como apasionado de deportes y viajes, Islandia me llamó la atención hace cuatro años, cuando su selección formada por jugadores aficionados, se clasificó para la Eurocopa, venció a Inglaterra durante la competencia y alcanzó el tiquete a la Copa del Mundo Rusia 2018. Con una población de menos de 400.000 habitantes, el agradecimiento del equipo ante de sus hinchas con el Viking Clap (una especie de coreografía donde todos aplauden por encima de su cabeza al mismo tiempo) después de los partidos eriza la piel.

Aprovechando la simpatía de los hinchas extranjeros, Puma firmó un contrato para vestir al equipo islandés a finales de 2019 y la federación de futbol hizo una transformación visual de quitarse el sombrero. Se remitió a sus orígenes y a la mitología vikinga, el logo original formado por una bola, una bandera y las iniciales KSI (Federación Islandesa de Futbol) dio lugar a un nuevo símbolo.

Innovación deportiva en el nuevo logo federación Islandesa de futbol

El nuevo logo está formado por un gigante, un dragón, un toro y un águila. La federación se atrevió a cambiar el antiguo logo por una versión actualizada de sus tradiciones.

Para justificar el cambio, la federación de fútbol afirma en su página web:

“El nuevo logotipo es un símbolo de solidaridad infalible, inspirado en nuestra herencia y nuestros orígenes, que entrelaza los espíritus guardianes de Islandia de una manera moderna (…) Las marcas comerciales modernas necesitan ser flexibles y adaptables de varias maneras.  Lo que hace el símbolo todavía más fuerte es que los “espíritus guardianes” pueden existir por separado y a su vez formar estructuras más amplias cuando se entremezclan. ”

Con el objetivo de reforzar los cambios, tuvieron cuidado de crear una tipografía exclusiva usando letras cuya forma esta basada en la artesanía islandesa, mezclando tradiciones antiguas y estilos modernos. A pesar de ser un deporte apasionante y con un impacto enorme para los jóvenes, en general las federaciones nacionales de fútbol son presididas por señores conservadores en sus decisiones y muy reticentes a desapegarse de los símbolos tradicionales.

Tuvo la tarea Islandia, el país con la menor población participante en la última copa del mundo, de hacer el movimiento más osado. Entendiendo que sería una innovación deportiva importante para destacarse en medio de una infinidad de equipos y selecciones que generan miles de millones de coronas islandesas en ventas de camisetas, derechos de transmisión, ingresos, etc.

Islandia no debe tener un gran poderío deportivo para convertirse en un gigante del futbol, su potencial de simpatizantes (y consumidores) destaca en un deporte con un interés muy grande. La innovación deportiva mostrada en esta comunicación visual puede generar buenos negocios para el país. No me sorprendería ver a jóvenes brasileros vistiendo orgullosamente las camisas azules de Islandia en discotecas y fiestas, cuando pase la pandemia.


David Pinski, brasileño apasionado por el deporte hace 45 años, ejecutivo de marketing hace más de 20, trabajó en los mundiales de la FIFA de Brasil 2014 y Rusia 2018, colecciona camisetas de fútbol y siempre que puede combina vacaciones con eventos deportivos. Síguelo en LinkedIn

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