Noruega, la fábrica de campeones olímpicos de invierno

En los Olímpicos de Invierno de 2018 en PyeongChang, Noruega alcanzó un hito histórico ganando 39 medallas, de la cuales 14 doradas. Logro es más impresionante considerando que el país tiene una población de apenas 5 millones 300 mil habitantes y que se enfrentaba a grandes campeones olímpicos como Estados Unidos, Rusia y China. El éxito del país nórdico no obedece al azar, pero tampoco a una sed desmedida de éxito deportivo.

Nacemos con esquís en los pies. “Født med ski på beina”

La nieve, el frío y los largos inviernos son las primeras imágenes que se vienen a la mente cuando se habla de Noruega. Esto es sin duda cierto, pero las ciudades y la población del país están adaptados a unas condiciones meteorológicas duras que en otros países causarían caos.

La nieve es parte de la realidad y no se ve como un obstáculo sino como un elemento con el que se debe convivir. Los noruegos no lo evitan, sino que disfrutan de lo que este periodo del año (muy largo en algunas latitudes) les ofrece. El esquí de fondo, el patinaje sobre hielo, los trineos, entre otros, son comunes en la crianza de los niños. La naturaleza es parte importante de la vida de la gente ya sea en la capital o en el pueblo más aislado del norte del país.

Un sistema protector

Noruega tiene el mayor Índice de Desarrollo Humano (IDH) del mundo y su sistema democrático compite constantemente por el primer lugar. Esto no significa que todos los noruegos son ricos, pero si que todos tiene acceso a un número de oportunidades comparables. Es decir, la salud, la educación, el transporte y las necesidades básicas no son una preocupación para los ciudadanos, quienes constituyen una clase media de ingresos bastante homogéneos.

El deporte no escapa a este modelo de estado de bienestar, lo que implica que cualquier niño puede (y es incentivado) a practicar las disciplinas deportivas de su preferencia. De esta manera, los niños aprenden a nadar, andar en bicicleta, jugar handball y esquiar entre otros.

Esta multiplicidad de experiencias hace que desarrollen múltiples habilidades, algo que en el modelo de súper especialización desde la juventud (modelo deportivo Chino o Ruso) no se consigue. Los jóvenes experimentan hasta los 17 años y, a partir de este punto, escogen su disciplina favorita. Eso hace que lleguen a su mayor curva de rendimiento en una edad más madura (alrededor de los 25 años) que la de los deportistas de otros países y consigan afrontar las competencias con muchas más herramientas a su disposición.

Campeones olímpicos como Johannes Høsflot Klæbø son un ejemplo del éxito de ese modelo. El triple medallista comenzó su carrera como futbolista a los 21 años.

El deporte no es visto cómo escape a una situación social difícil o cómo un hobby que pocos pueden permitirse; es una parte del ejercicio de la ciudadanía. Este modelo, diferente al sistema de becas por desempeño deportivo en Estados Unidos o del fútbol para salir de la pobreza en Brasil o Argentina, no es la única causa del éxito deportivo y la generación de campeones olímpicos.

Inversión y pasión, la receta perfecta

Olympiatoppen es el centro de desarrollo olímpico del país. Puesto en marcha después de los olímpicos de invierno de Lillehammer este centro apoya a los deportistas de élite y ofrece programas dedicados para promover y formar campeones olímpicos. Sin embrago, las inversiones en organización de eventos y entrenamientos no son comparables a los de grandes potencias y no son el foco del gobierno.

No es la comida y no son los genes, es la forma en que nos organizamos –

Tore Ovrebo, director del Comité Olímpico Noruego

La clave del éxito está en enfocar los esfuerzos en la base, en una mentalidad de hierro y una verdadera cultura deportiva. El objetivo del deporte es lograr cohesión social y construir mejores ciudadanos. Ese mantra se refleja en los deportistas que ven el deporte como un fin y no como un medio. En otras palabras el deporte no es una opción de vida, es un proyecto de pasión del cual se puede vivir.

Esta situación privilegiada para la práctica deportiva, el respeto y pasión del público y la noción de trabajo duro y compromiso presente en su cultura, hace de Noruega una fábrica de campeones olímpicos.


Campeones olimpicos

Tine Aartun Sandersen

Noruega, politóloga y especialista en estudios latinoamericanos. Ex nadadora competitiva y apasionada por los deportes acuáticos y de invierno.

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Cultura deportiva

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