Pelé
Documental Netflix de Pelé, dirigido por David Tryhorn and Ben Nicholas, 1h48 min
Al vivir o pasar una temporada en Brasil, una de las mayores sorpresas que se lleva el “gringo” (termino genérico para cualquier extranjero que no sea un portugués o un argentino) es que Pelé no es el ídolo absoluto e inatacable. En Rio de Janeiro, Zico o Garrincha mueven más el corazón de los torcedores y en São Paulo la evocación del nombre de Socrates y su Democracia puede emocionar hasta las lágrimas a cualquier corinthiano y provocar el respeto del San Paulino más fiel.
Los logros de Pelé aún se cantan en el estadio pero las críticas a sus acciones, amistades y relaciones familiares amargan el legado que los mil goles no logran acallar. El documental retrata el ascenso fulgurante del jovencito de 17 años en el mundial de Suecia, sus momentos difíciles en los mundiales de Chile e Inglaterra y su consagración en el mundial de México 70.
Spoiler adelante (si, Pelé ganó el mundial del 70)
Complexo de vira latas
El «complejo de perro callejero» descrito por el dramaturgo y periodista Nelson Rodrigues es el punto de partida del documental y la mejor forma de entender el impacto de Edson Arantes do Nascimento en la construcción de la identidad brasileña. El enorme país suramericano era territorio ignoto para las potencias europeas y el fútbol fue la puerta de entrada para el reconocimiento internacional y para la formación de la identidad brasilera. Pelé fue el porta estandarte de este movimiento. El crecimiento económico del país en las décadas de ´60 y ´70 tenía su eco en los éxitos del Santos que recorría el mundo jugando al fútbol y de Pelé, convertido en la figura de la publicidad y la televisión.
Grandes nombres y un trabajo de archivo emocionante
Fernando Henrique Cardoso, Juca Kfouri, Amarildo o Gilberto Gil son parte de la galaxia de nombres importantísimos que comparten pantalla con o Rei en su documental. Voces más que autorizadas para comprender de un punto de vista fuera del fútbol el impacto del jugador en el deporte y en la sociedad brasilera. La admiración que todos los participantes en el documental tienen por Pelé es evidente. Sin embargo no se debe esperar unanimidad y alabanza. Las contradicciones y flaquezas del ídolo son evocadas por los entrevistados y le quitan un poco del brillo a la imagen que se tiene de él fuera del Brasil.
El rescate y tratamiento de las imágenes del mundial de Suecia y de México son un deleite. Especialmente el legendario mundial del 70 contado con material íntimo y material de partido remasterizado que tiene su clímax en el gol de cabeza y el puño levantado «pagan la boleta» del documental. Los comentarios de Mario Lobo Zagallo que describen como fue la relación de las ex-compañeros que se convirtieron en técnico y figura para llevarle a Brasil su tercera Copa son una maravilla.
Pelé, apolítico o amigo de la dictadura
La presentación del Pelé y su relación con la dictadura es tan incómoda cómo el verlo en silla de ruedas o torpemente asido a un caminador. Esta incomodidad sin embargo nace de una objetivo explícito. La voluntad del documental en mostrar una decadencia tropical es molesta. Sus cortes de cámara en momentos cumbres de la banda sonora, sus planos abiertos en casas lujosas que ya vieron días mejores y las secuencias que buscan revelar la decrepitud de los personajes incomodan.
La voluntad inequívoca del documentalista al escoger un trecho de la vida de Pelé (del primero al último mundial) y de ignorar otros, parece acertada pero esconde un objetivo de limitarse a la vida de Pelé relacionada con la dictadura. Los directores escogen ignorar otros momentos de la vida pública de Pelé como su famoso abrazo con Lula Da Silva en el momento de ganar el derecho a ser sede de los olímpicos de 2016, momento que podría ayudar a entender la relación de O Rei con el poder político brasilero más allá de la dictadura. Esta voluntad explícita acentúa nuestra incomodidad frente al documental.
El juicio sobre Pelé parece injusto o por lo menos incompleto. Sin duda su relación con la política es controversial para decir lo menos, pero la voluntad de acusarle es explícita y poco temperada y pone dudas sobre el trabajo de este documental. La aparición del otro gran deportista de la época Muhamad Ali que tiene como objetivo resaltar la relación política de Pelé al compararla con las posiciones de Ali frente a la guerra de Vietnam, es un recurso que a mi juicio raya con la deshonestidad si (como es el caso) no está correctamente contextualizado.
La decisión arbitral 3,5/5
El documental se basa en dos grandes pilares que aseguran el su calidad: el trabajo de archivo y la calidad de sus invitados. Agregado a esto una banda sonora con grandes de la música brasilera como Tim Maia hacen que la hora y cuarenta y ocho minutos de duración valga la pena. Las decisiones de tono y la intención marcada de los documentalistas dejan un mal sabor de boca, pero verlo y llenarse de preguntas sobre el Rey del fútbol es necesario para cualquiera interesado en el deporte.
Redacción Lap Deportes
