Voleibol femenino en Colombia, un proceso prometedor

En septiembre de 2022, la selección colombiana femenina de voleibol de piso debutó en su primer mundial de la categoría mayores. Este hito en el deporte nacional no pasó desapercibido en los medios de comunicación y esto tiene una explicación.

Un largo proceso deportivo

Llegar por primera vez a un campeonato mundial en un deporte de conjunto tan popular como el voleibol no es fruto de la casualidad. Este equipo es el resultado de un proceso de selección, entrenamiento y competencia de más de siete años. El equipo ha competido en todos los mundiales de categorías menores y ha conquistado medallas y participaciones inéditas en gran parte de la competencias en las que ha participado.

Las jugadoras están casi en su totalidad en ligas profesionales de Europa, Estados Unidos y Brasil. La comisión técnica está compuesta de once profesionales liderados por el experimentado técnico brasilero Antonio Rizola. La selección se preparó en el centro de alto rendimiento de Bogotá donde contó con todos los equipos de entrenamiento, recuperación y análisis de desempeño del país. Esta preparación ha sido posible gracias al trabajo cordinado de la Federación Colombiana de Voleibol con el Ministerio del Deporte y el Comité Olímpico.

Es sano que el público del deporte conozca lo que necesita el deporte de alto rendimiento, hay que acabar con el mito del deportista amateur hecho “a pulso”. Para competir con los mejores se deben tener buenas condiciones, un plan de trabajo proyectado a varios años, voluntad institucional y apoyo público y privado.

La presencia mediática del voleibol en crecimiento

El desempeño de la selección despertó el interés del público que no tenía en su radar al voleibol profesional. Los medios de comunicación nacionales se acercaron al deporte y la llegada de patrocinadores como Toyota potenciaron la visibilidad mediática del equipo. Los medios de comunicación especializados en deporte dedicaron espacios importantes para conocer a las jugadoras y seguir el desempeño en los torneos. Por su parte los medios generales como noticieros de televisión y periódicos nacionales y regionales produjeron reportajes y notas durante todo el año resaltando las historias y los logros del equipo.

Si bien en el mundial no se alcanzaron los objetivos trazados, el proceso continua con miras a los Juegos Olímpicos de París 2024. El análisis posterior al torneo deja muchos aprendizajes en lo deportivo y en lo institucional. El primero es que la cercanía con el público es clave para popularizar el deporte. Los eventos en Colombia, como el cuadrangular amistoso que se llevó a cabo de Bucaramanga 2022, el sudamericano de Barrancabermeja 2021 o el torneo clasificatorio a Juegos Olímpicos de Bogotá 2019 demostraron que el público del voleibol existe, es muy ferviente y respetuoso. Las transmisiones de los eventos por Win Sports, Señal Colombia y ESPN tuvieron buenas audiencias y una buena producción de televisión.

El segundo aprendizaje es mantener el esfuerzo en acercarse a la hinchada que no puede estar presente en los coliseos. Informar a los medios de comunicación sobre torneos y trabajo institucional y fortalecer la presencia en redes sociales deben ser los vectores que sean usados para acercar a la gente al buen trabajo que se hace en la Federación.

 El camino del voleibol en Colombia es desafiante pero prometedor. El 2023 se anuncia como un año clave en la historia del voleibol femenino en Colombia. El equipo de mayores participará en los juegos Panamericanos de Santiago y el torneo preolímpico en el cual Colombia estará en la disputa junto a las 24 mejores selecciones del mundo por uno de los 11 cupos para París 2024.

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Redacción Lap Deportes

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